aprendiendo de gastronomía
china
“Para el pueblo, la
comida es lo primero”. Antiguo proverbio chino que revela la importancia de la
comida en la vida de los chinos.
Estoy convencida de
que la comida constituye la esencia de una cultura y mis quince días en Shanghái
han supuesto un acercamiento al rico patrimonio gastronómico cultural de China.
Me he sorprendido, he
descubierto, probado, mirado inquieta….platos e ingredientes nunca degustados…
He aprendido sobre la
importancia de la cocción de los alimentos
He disfrutado de la
comida callejera con ojos que se me salían de la cara al ver ranas, algas e
ingredientes no conocidos.
He curioseado en
mercados
y tiendas de alimentación, probando especias, mirando con la boca
abierta peces vivos, ranas, calamares secos, diferentes tipos de arroz….
He probado desayunos
absolutamente diferentes a los desayunos occidentales.
He tomado té, mucho
té, te de rosas, té de flores, te blanco de jazmín que era una auténtica
exquisitez….
He probado platos de
nooddles y dumpling cocidos con salsas de carne y verduras buenísimos (hasta hice un pequeño curso) y hot
pot, y pato….
Creo que en este viaje
he aprendido tanto de comida como en ningún otro viaje. Mi curiosidad y las
enseñanzas de los alumnos de la universidad de SISU han hecho de este viaje una
experiencia inolvidable.
Así probé los desayunos,
viendo lo que ellos desayunaban y pidiéndoles que me lo pidieran para clases: leche
de arroz, Bao Zi (bolas de pasta con carne o verdura dentro exquisitas). Esos
desayunos se hacen en unas cestas (Zheng long) donde se cuece al vapor las
bolas de harina de trigo rellena. Estaban…de muerte¡¡¡¡¡¡¡
Además probé platos riquísimos
en la universidad, ellos escogían ingredientes y yo me dejaba sorprender y me
explicaban las diferentes regiones de los platos….
China es enorme y cada
región posee platos absolutamente diferentes
Gracias a los alumnos
aprendí de la comida callejera….y luego me lanzaba a probar todo cuando estaba
sola….
Comida picante, bolas de pasta rellenas de carne,
unos dumplings
gigantes que dentro tenían sopa, brochetas de alas de pollo picantes….
Gracias que los estudiantes me traducían las
cartas de los restaurantes podía ir cada noche a probar diferentes tipos de
comida, con la carta traducida y llena de apuntes para saber qué pedir.
Como Grandma. Me encantó
este restaurante¡¡¡ en Hongkou Plaza.
Allí también, en Hongkou Plaza, probé por primera vez la comida Teppanyaki.
El arte de la placha
Japonesa en el restaurante 57Grados. Exquisito, las verduras, las gambas,
esas berenjenas alargadas, la ternera con trufa…..
esas berenjenas alargadas, la ternera con trufa…..
También, en la
universidad, probé cocina tradicional cuando el equipo decanal me invitó a
comer: mesa redonda con una marte superior que gira para ir cogiendo cada
plato, lo caliente, lo frio, los platos principales
Y….la cena de
despedida…Huo Giuo (hot pot). Una olla caliente típica de las provincias de
Sichuan y Cong Qing.
En esta ocasión, la olla que era preciosa estaba dividida
en dos cocciones (una con champiñones y otra picante). ¡Madre mía¡¡¡
Yo seguí instrucciones
porque la mesa se llenó de platos de con productos crudos que había que ir
introduciendo en la olla y esperar diferentes minutos para su cocción: carne,
pescado, gambas, verduras, piel de estómago de baca, ranas enteras¡¡¡¡¡¡
Y ahí me atreví, probé
la rana¡¡¡¡ Una entera para mí. Y os diré que estaba exquisita.
Y una vez cocida, cada
uno con unos palillos gigantes llevaba su ingrediente al plato y ponía salsas
que previamente habíamos escogido. Me dejé guiar. Feliz y contenta con estos
alumnos que me hicieron mi estancia en Shanghai inolvidable y gracias a los
cuales he aprendido muchísimo….
Y esto….continuará….porque
ya ….China ha abierto sus puertas a mi inquietud por conocer más de ese país
milenario
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