lunes, 21 de abril de 2014


Dunas de merzouga: la inmensidad del desierto de arena
Al sur de Marruecos, casi en la frontera con Argelia….se encuentra este lugar…único….inmenso….maravilloso
Ha sido una experiencia inolvidable.




 Dos horas en camello hasta el desierto…solo 6 personas …a media tarde…hasta llegar a un campamento de jaimas escondido en una ondonada entre las dunas

El silencio y la inmensidad, solos frente a las dunas que no se acaban nunca…
 
 

 Y esa luz al atardecer…la silueta de las dunas en colores anaranjados y rojizos…
El sol desapareciendo entre las dunas y la noche en el campamento…







 
 
Dos señores nos sirven la cena: sopa de arroz exquisita y tagine de pollo y de postre naranja con canela…y tras la cena…música bereber
 

 
Nunca olvidare estos momentos, la sensación de soledad ante la inmensidad del desierto, nuestras siluetas en las dunas desde los camellos, el sol en el amanecer, las conversaciones con los bereberes ante un te a la menta, la sensación de la fina arena bajo los pies….
Sentirte en medio de la nada….
  



  Y…tras el desierto dos días….nos espera un hotel…increíble: Hotel Kasbah Mohayut; http://www.hotelmohayut.com/

 Vegetación, un hotel de adobe y una piscina preciosa.
 
Y al atardecer…luces marroquís…y una cena especial: Tagine de Kalia (una especie de carne picada con especias….buenísima)


 

 


 

 
Y una sorprendente visita al poblado Khamliya, donde sus habitantes son descendientes de los esclavos prodecentes del centro de Africa y componen una música llamada Gnawa,


a medio camino entre la música sufí y los cantos espirituales negros…fue emocionante…
Y acabamos el día en un restaurante familiar: Café Restaurant Nora


Su propietario todo un personaje, el lugar un encanto, los detalles, las arenas de todos los países del Sahara, la pizza bereber  recien hecha en su horno

 un pan blandito, relleno con una carne buenísima, un placer
y…la sonrisa de su propietario…todo hospitalidad.


Muy muy recomendable

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