Entre
viñedos por la ribera del Duero
El
vino y su cultura…son el centro de esta ruta entre Aranda y Peñafiel, en esta
época de vendimia….el campo se llena de tonos rojizos, la gente faena en las
viñas, se percibe el movimiento en torno al vino…
Seguimos la ruta
hasta Peñafiel repleta de campos de vides ya al llegar a Pesquera vemos la
bodegas de Emilio Moro…¡Que buena bodega¡
Pero el Inicio es
el lugar “donde empezó todo”, el Monasterio de Santa María de Valbuena,
una
joya cisterciense donde los monjes trajeron por primera vez las cepas de
Francia….empezaron a plantar…y …hasta ahora… con el desarrollo de la zona
vinícola y de enoturismo.
De vuelta a Peñafiel
paramos en la bodega Dehesa de los Canónigos, en pleno movimiento con la
vendimia. 
Una gran casa de labranza rodeada de vides y campos de labor…precioso
lugar
Y de ahí a
Peñafiel
donde unos señores almorzaban en la puerta de su bodega y nos
invitaron a entrar…ahí…estuvimos de “chachara”…
Y luego a visitar
su extraordinaria Plaza de Coso, vigilada por su soberbio castillo del siglo
XI, en ese monte repleto de chimeneas que son las luceras de las bodegas…¡super
curioso¡
Paseamos por el
casco viejo, tomamos un vinito y compramos vino….rico rico…en una pequeña
tienda, en la que su dueña nos atendió estupendamente, con cata incluida y con
el descubrimiento de nuevos vinos y de la cerveza La Real del Duero
Seguimos camino a
Roa, por la carretera pegada al Duero.
Roa es la Sede del Consejo Regulador de
la D.O. Ribera del Duero….y…un lugar donde comer….¡increible¡ El Asador Nazareno,
nos cautivó, con su asador trabajando ante nosotros, con un producto básico
pero de muy buena calidad….el cordero se deshacía en la boca y con ese vino
exquisito: Hito, de Cepa 21.
Y después un cafecito en la plaza ...frente a la Colegiata
Para terminar la
ruta subimos hasta un pequeño pueblo en lo alto de un monte salpicado de
bodegas: Haza
Las vistas de la
Ribera….inolvidables….
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